lunes, 23 de diciembre de 2013

Antología poética Raíz de amor


La vorágine del amor en Raíz de amor

                                               Raquel García Tomás

 

            La antología poética Raíz de amor reúne a poetas contemporáneos y a los poetas-pilares del Siglo de Oro para ofrecernos un encuentro con el sentimiento amoroso. Esta lectura poética, seleccionada por Ana Pelegrín, está dirigida al público juvenil que experimenta los primeros destellos del amor. La poesía no siempre se lleva a las aulas y esta propuesta de Ana Pelegrín puede servirnos para mostrar a los alumnos de Educación Secundaria que la poesía impregna cada recoveco de nuestra vida. Ellos tampoco escapan de la vorágine amorosa.

            El libro está estructurado en cinco estancias poéticas, cinco nociones del amor: La más bella edad del corazón, Esa luz en un triste muro, ¿Dónde está tu infancia, amor?, Ella, él tienen ojos de tigre y Esta luz, este fuego que devora. La intención de Pelegrín es descubrir al lector el significado del amor a través de las reflexiones plasmadas en la poesía contemporánea y algunos poemas del Siglo de Oro. No existe mejor modo de expresar los sentimientos que a partir de los cauces líricos, donde las sensaciones afloran inesperadamente.

            A lo largo de las páginas se repasan las distintas concepciones del amor, desde el intenso amor juvenil al devorador amor de la madurez. El primer amor que aparece en escena es el amor pasional que se aprecia en la juventud y se caracteriza por el desconocimiento, el frenesí y la dulzura. Los versos que iluminan esta etapa se visten de ilusión y deseo de conocer a la persona amada, tal y como se advierte en los poemas “La vida de las abejas” de Javier Marín Ceballos, “En el instituto y en la universidad” de Federico García Lorca, “Estarcontigo” de Carlos Edmundo de Ory,  el sensacional “Corazón coraza” de Mario Benedetti y “Dna” de Luis Alberto de la Cuenca, entre otros.

            El segundo amor que sale al escenario se identifica con el dolor, la amargura y la desesperanza. Este amor-ceniza aparece tras el abrasador paso del primer amor, que destruye el inocente sentimiento primero y que deja al enamorado sumido en el incendio. De ahí surgen nuevas sensaciones como la furia, el rencor, el reproche y el odio que dominan al enamorado. La hondura del poema “Llorar”  de Oliverio Girondo cristaliza la tristeza y la desesperación en la que el amante se hunde, la idea de borrar el pasado amoroso irrumpe de manera abrupta en “Adiós” de Idea Vilariño y “Mentirosa” de Ángel Guache y como expresa Felipe Benítez Reyes en “Palabras privadas” este amor siempre aparece envuelto en  un aura oscura.

            El tercer amor que advierte el lector recrea la felicidad amorosa de la niñez, es decir, se recuerda el amor junto a otros aspectos emotivos que han marcado nuestra infancia. En el caso de Leopoldo María Penero se sirve de los dibujos animados en “Peter Punk” y “Blancanieves se despide de los siete enanos”. Sin embargo, otros escritores hablan de historia e incluso se inspiran en canciones populares que nos han acompañado en la niñez, por ejemplo: “Matarile” de Juan José Téllez.

            El halo de misterio y enigma nos llega con la cuarta concepción del amor, pues el enamorado se muestra desconcertado y turbado ante la magnitud del sentimiento amoroso. La originalidad atraviesa este conjunto de poemas y la imaginación del poeta vuela en su punto más alto en el “Horizonte” de Vicente Huidobro junto al “Cóndor” de Pablo Neruda.

            Por último, la quinta concepción de amor como fuego que devora resume la idea global del amor, puesto que este sentimiento es tan intenso que es capaz de hacernos arder de felicidad y al mismo tiempo atraparnos en la desdicha. La vorágine del amor nos envuelve, nos arrastra y nos deja magníficas huellas poéticas como “Escrito está en mi alma” de Garcilaso de la Vega, “Esto es amor…” de Lope de Vega y “Corazón coraza” de Mario Benedetti.

2 comentarios:

  1. "La vorágine del amor en Raíz de Amor" de Raquel García me ha empujado a leer la selección de poemas que Ana Pelegrín recomienda a los más jóvenes. Maestros como Benedetti, Neruda o Girondo pueden aportarles muchos valores partiendo de algo que nos contagia a todos. La frase "Ellos tampoco escapan de la vorágine amorosa" es motivo suficiente para aplaudir este libro.

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  2. No podría estar más de acuerdo contigo Ignacio Ballester. Este libro también me ha servido a mí para profundizar en la poética de Girondo y de Benedetti, entre otros. Creo que la imagen y sobre todo la sensación de la vorágine que arrastra resume bastante bien el sentimiento amoroso. Unas veces nos trae suspiros y otras carcajadas.

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