EL
HOMBRECITO VESTIDO DE GRIS
Fernando Alonso
El hombrecito vestido de gris es
uno de los ocho cuentos de ese libro. Todos los cuentos de El
hombrecito vestido de gris abordan
asuntos que interesan a niños y a adultos. Lo hace con un lenguaje
claro y sencillo, al mismo tiempo, que presenta una gran belleza
narrativa.
Cuenta la historia de un hombre que vive una vida gris,
aburrida, y aunque el hombrecito intenta cambiarla la sociedad a la
que pertenece no se lo permite. Con este cuento se pretende que los
jóvenes puedan reflexionar sobre los problemas que atañen a nuestra
sociedad. Problemas tales como la solidaridad, la convivencia, las
actitudes autoritarias, etc. partiendo de situaciones imaginativas.
El tono triste de la historia se vuelve alegre con las pinceladas
líricas de Fernando Alonso.
Fernando Alonso, nos dice que el color gris, hasta en
los ojos, era sólo por fuera. Pero lo que sucedía por dentro era
algo totalmente diferente. De la mano del autor, vamos a descubrir realmente con que soñaba el hombrecito.
Todo parecía que iba a acabar mal, con la tristeza de
un hombrecito vestido de gris, sentenciado a no poder cantar nunca,
que era la mayor ilusión de su vida. Pero entonces, el autor de esta
obra, Fernando Alonso, pensó en los lectores que tendría su libro.
Y quiso cambiar la visión triste que en él se estaba presentando.
Un día el hombrecito
conoció a un director de orquesta y pudo cantar. En ese momento,
comienza una nueva vida para él. Se acabó el gris de los trajes, de
las corbatas, del bigotito y de la mirada. Con ello, la última
palabra, ¿FIN? ,
parece decirnos que la historia, al fin y al cabo, le pertenece al
que lee.
De este modo, es como si el personaje de esta historia,
nos invitará a querer vivir una vida mejor. Ser participes de un
mundo donde podamos ver las cosas de otro color e intentemos mejorar el futuro. Nos incita a pensar que
podemos hacer o que objetivos debemos lograr para alcanzar una vida
mejor y llenarla de color, no permancer en el tedio, representado en
esta historia por el color gris, de la sociedad que nos envuelve.
La moraleja de este cuento vendría implicada al cambio
que se pretende lograr. El hombrecito sacó valor, y al final,
consiguió una oportunidad para ser feliz. Luchó por un sueño.
Ello, nos debe incitar a luchar por lograr nuestras metas, y no dejar
que las dificultades entorpezcan nuestro camino.
Por eso, el interrogante, que cierra el cuento, es el
camino que indica al lector que tiene la última palabra. El futuro
está en sus manos.
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