Esta historia
creada de modo magistral por Carmen Martín Gaite, narra la vida de una niña
llamada Sara, que vive con sus padres en Brooklyn, un barrio de Nueva York. Su
padre es fontanero y su madre, Vivien, cuida ancianos en un hospital.
Su abuela,
Rebecca, fue cantante en un music-hall cuando era joven y vive en Manhattan.
Sara, que es una niña que lee mucho y tiene mucha imaginación, acude todos los
sábados con su madre a visitarla, llevándole una riquísima tarta de fresas cuya
receta es un secreto de la familia. Sara sueña con ir sola por Manhattan, pero
su madre muestra recelo siempre que la niña lo dice.
Un buen día, el
tío padrino de Sara fallece por lo que sus padres se van a Chicago quedándose
la niña con unos vecinos. Aprovechando la oportunidad, decide escaparse para ir
sola a casa de su abuela.
Durante el
trayecto, se pierde en el metro y conoce a Miss Lunatic, una mendiga de
pronunciada edad. En este momento nace una amistad entre ellos. Entonces, Miss
Lunatic le da una moneda especial que le ayudará a entrar en una alcantarilla
para llegar a la Estatua de la Libertad. En el momento de la despedida entre
ambas, Sara se queda sola en Central Park.
En el parque
conoce a Míster Woolf, un pastelero millonario que pretende apoderarse de la
receta de la suculenta tarta de fresa, tras darle un trocito Sara para
probarla. Míster Woolf le dice que van a ir en limusina a casa de la abuela y
la engaña diciéndole al chófer que dé muchos rodeos de tal manera que él pueda
llegar antes y así coger la receta. Pero, cuando finalmente Sara llega, se
encuentra a su abuela bailando con Woolf, que fue su admirador cuando era
actriz.
Es entonces
cuando la niña decide irse sola en taxi hasta la alcantarilla, de cuya ranura
tiene la moneda que le dio Miss Lunatic para abrirla. Así llega a la Estatua de
la Libertad, lugar tan soñado por ella.
Esta narración
se ve envuelta de magia, y podemos ver la gran similitud que guarda con el
cuento tradicional “Caperucita Roja”. Todos conocemos desde la infancia las
aventuras de Caperucita Roja, la pasión que siente por su abuelita y las
artimañas utilizadas por el lobo para que caiga en el engaño.
Esta
escenografía es trasladada a Nueva York, donde cada pieza del tradicional
cuento será nuevamente utilizada en la novela de Martín Gaite, con muy ligeras
modificaciones. Si el espacio de la clásica Caperucita era el bosque, el de
Sara será la ciudad de Nueva York, desde Brooklyn, lugar donde vive, hasta
Manhattan, donde vive su abuela.
Ante este
bosque urbano, la niña siente gran curiosidad, ansias de romper la monotonía.
Puedo deducir que en esta novela de Martín Gaite, la actitud de la moderna
Caperucita es muy diferente a la inquietud y miedo de la clásica.
Ingeniosa y
original novela, en tercera persona, donde el narrador, que está situado
generalmente en el punto de vista de la niña, nos transmite sus fascinaciones o
aversiones respecto a las personas y situaciones en las que se ve envuelta.
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