EL LIBRO DE LÁGRIMAS:
MUCHO
MÁS QUE AGUA SALADA
GINARD, Pere, Libro
de lágrimas, Madrid, Anaya, 2002.
Este
álbum fue escrito e ilustrado por Pere Ginard, el cual nace Artà (Mallorca) en
1974. Es licenciado en Bellas Artes, especialidad Pintura, por la Universidad
de Barcelona (UB). Es ilustrador y cineasta. En el año 2000 funda, junto con
Laura Ginés, el estudio multidisciplinar Laboratorium (www.laboratorium.cat), micro-factoría
dedicada a la realización de experimentos impresos y videogràficos. Debuta en
el campo de la literatura infantil y juvenil con el álbum, Libro de lágrimas. Desde entonces ha continuado su labor en este
ámbito, tanto de creación literaria como artística. Compagina la ilustración
con incursiones en el mundo del cine, siendo realizador de varias animaciones
experimentales (Il gioco, The day of the fight, Ballhead, Cocktail mini-bar). A
lo largo de su trayectoria como ilustrador ha participado en numerosas
exposiciones tanto en España como en el extranjero: Ilustrísimos. Ilustración
contemporánea española. Bolonia, Italia (2005), Ilustration Now. Itabashi Art Museum. Tokio, Japón (2004), Mostra degli
illustratori di libri per ragazzi.
En este álbum ilustrado, el autor mediante unas sencillas
imágenes y un escaso texto transmite un montón de sentimientos y sensaciones
que experimentamos casi a diario. Apreciamos que el autor nos muestra todos los
motivos por los que puede llorar un niño: de tristeza, de risa, por estornudar…
El autor quiere mostrar con esto que las lágrimas no son siempre iguales, ya que no vienen potenciadas
por el mismo factor.
Este
libro lo recomendaría para alumnos de último ciclo de primaria, ya que es un
libro bastante claro, porque el leguaje no supone ningún inconveniente, pero
tiene matices que los de cursos anteriores puede que no entiendan. En este
libro, el autor no sólo nos muestra los
tipos de lágrimas, sino que a través de las lágrimas nos muestra las actitudes
y reacciones que experimentamos cuando se dan las situaciones que los niños viven
en las ilustraciones. En primer lugar, el autor nos dice que hay lagrimas: “que son gordas;
como de cocodrilo. Otras pequeñas, casi invisibles. Hay lágrimas tristes y
lágrimas alegres. Lágrimas que pican como si fuera zumo de limón o suaves, como
si fueran caramelos…” (Ginard, 2002: 2). Observamos que el autor nos puede
parecer que hace un simple inventario de tipos de lágrimas, pero en verdad nos
está diciendo que hay gente que llora de manera hipócrita, gente que llora de
manera sincera e íntima y es casi imperceptible, gente que llora amargamente,
gente que llora por un motivo positivo… Apreciamos la profundidad del libro
desde un principio, ya que si nos quedamos en la superficie, el libro puede
parecer absurdo, pero en verdad hace un profundo análisis de las situaciones en
las que por nuestro estado de ánimo acabamos llorando.
Por ejemplo, el autor nos
plantea de manera sencilla que cuando perdemos algo nos embarga la tristeza
inevitablemente. Esa sensación de pérdida es una experiencia vital que los
jóvenes también pueden haber experimentado como: la pérdida de un amigo por
motivo de enfado, pérdida de un familiar, pérdida de un objeto con valor
sentimental... Por tanto, vemos que este libro tiene un gran potencial
pedagógico, ya que ayuda a poder explicar a los jóvenes qué actitud adoptar
ante la pérdida, sea del tipo que sea.
También observamos
mediante este álbum que el autor nos da un pretexto para trabajar los miedos,
ya que en estas edades de juventud se empiezan a tomar decisiones, afrontar
responsabilidades… Por tanto, todo lo que es desconocido para el ser humano
produce miedo. Entonces, el profesor puede utilizar estas ilustraciones para
hacerles reflexionar y quitarles el miedo e invitarles a saber afrontar las
situaciones y no quedarnos estancados. De esta manera, si animamos a los
jóvenes, no dejarán de tener miedo por el riesgo al fracaso. Por tanto, podemos
conformar una actitud ante la vida de decisión y resolución cuando hemos de
comportarnos como personas maduras que reflexionan e intentan superarse a ellas
mismas y a sus miedos.
Como hemos podido comprobar a lo largo de todo el álbum, las ilustraciones tienen un gran valor ya no solamente estético, que indudablemente lo tienen, pero debemos hacer especial hincapié en la gestualidad y el lenguaje no verbal de los niños que experimentan determinados sentimientos en el álbum. En una de las primeras ilustraciones que corresponde a: “Unos lloran cuando se despiden” (Ginard, 2002:3), podemos apreciar la intensidad, la melancolía con la que mira la niña ante la despedida de alguien. También, observamos que ante una situación que les asusta, el niño sale corriendo, al igual que hace el ser humano, salir corriendo en las situaciones de agobio, de bloqueo… Por otro lado, podemos destacar que en las ilustraciones predominan los colores oscuros y el estilo de los niños pertenece a principios del siglo XX. Otro aspecto que debemos destacar es que a los adultos solamente se los ve de rodilla para abajo, con ello el autor está haciendo especial énfasis en el mundo del niño, en su perspectiva y en su visión de lo que ocurre a su alrededor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario