martes, 21 de enero de 2014

Entre fantasía y realidad

EL POLIZÓN DE ULISES
Ana María Matute


El polizón de Ulises es un relato narrado en primera persona, que la autora inicia remóntandose a nueve años atrás, para contar la historia de un niño abandonado a la puerta de una casa adinerada donde viven tres hermanas solteras. La historia se sitúa en un lugar y tiempo indefinidos, quizás en un pueblecito perdido, en alguna región montañosa del interior.


El bebé será acogido por las tres hermana que depositan en él sus esperanzas y su amor maternal. Jujú, es el nombre del bebé, y vivirá y se criará entre estas tres mujeres. El tres, como número mágico, representando en la literatura con un significado simbólico, al igual modo, que en esta obra.
Un cierto tono humorístico que se desprende de algunas situaciones y de los personajes, por ejemplo, sus tías como tres hadas madrinas bondadosas, hace que su lectura sea más agradable aunque la autora no pierde de vista el sentido de la realidad. Podríamos decir que es un cuento de hadas al revés, un país real del que aún no ha desaparecido el miedo, la incertidumbre, en el que aparecen matizados los inviernos crudos en los que hay que levantarse temprano e ir a trabajar para ganarse el sustento.
Las tías juegan un papel muy importante en la vida de Jujú. En la obra, se representa la visión de cada una de ellas. La señorita Etelvina, tía Etel para Jujú, deseaba que llegará a ser un hombre culto, un hombre sabio. Por su parte, la señorita Leocadia, la tía Leo para Jujú, deseaba inculcarle buenos modales, el gusto por la música, el amor por los animales y la afición por la poesia. Y, por último, la señorita Manuelita, la tía Manu para Jujú, fue la que consiguió mayores progresos para él.
Podemos relacionar, en cierta media, esta obra con Peter Pan, aunque debemos decir que rompe con el mito que en ella aparecía. En dos años, ocurrirán una serie de acontecimientos que harán fraguar la personalidad de Jujú y le convertirán en un hombre.
Esta novela narra el paso de la fantasía a la realidad. Aunque puede dividirse en dos bloques: uno de ellos, la vida cotidiana de Jujú, y el otro, el trabajo con sus tías y la relación de Jujú con los animales y su mundo repleto de fantasías e ilusiones.

Un aspecto importante, el cual también deriva de su título, es hablar del “Ulises”. Jujú, pasa las horas muertas en el desván. Donde encuentra al señor Fugitivo, el polizón, que Jujú esconderá y cuidará. Dado esto, podríamos decir que esta obra también se basa en la relación de amistad que nace entre el polizón y Jujú. Aunque el polizón intentará huir, lo importante, es que vuelve para salvar a Jujú.



En definitiva, en este libro se muestra la evolución del joven Jujú. Todo se nos cuenta a través del niño, la narradora no aparece para escribir discursos morales, sino que nos ofrece la información necesaria para seguir las andanzas de los personajes principales. Jujú, que acaba haciéndose mayor y dándose cuenta que la realidad es diferente a los sueños. El polizón, que se siente generoso por primera vez en su vida. Y las hermanas que aprenden a quererse y comprenderse mejor a pesar de las diferencias iniciales.

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