EL
POLIZÓN DE ULISES
Ana
María Matute
El polizón de Ulises es
un relato narrado en primera persona, que la autora inicia
remóntandose a nueve años atrás, para contar la historia de un
niño abandonado a la puerta de una casa adinerada donde viven tres
hermanas solteras. La historia se sitúa en un lugar y tiempo
indefinidos, quizás en un pueblecito perdido, en alguna región
montañosa del interior.
El bebé será acogido por las tres hermana que
depositan en él sus esperanzas y su amor maternal. Jujú, es el
nombre del bebé, y vivirá y se criará entre estas tres mujeres. El
tres, como número mágico, representando en la literatura con un
significado simbólico, al igual modo, que en esta obra.
Un cierto tono humorístico que se desprende de algunas
situaciones y de los personajes, por ejemplo, sus tías como tres
hadas madrinas bondadosas, hace que su lectura sea más agradable
aunque la autora no pierde de vista el sentido de la realidad.
Podríamos decir que es un cuento de hadas al revés, un país real
del que aún no ha desaparecido el miedo, la incertidumbre, en el que
aparecen matizados los inviernos crudos en los que hay que levantarse
temprano e ir a trabajar para ganarse el sustento.
Las tías juegan un papel muy importante en la vida de
Jujú. En la obra, se representa la visión de cada una de ellas. La
señorita Etelvina, tía Etel para Jujú, deseaba que llegará a ser
un hombre culto, un hombre sabio. Por su parte, la señorita
Leocadia, la tía Leo para Jujú, deseaba inculcarle buenos modales,
el gusto por la música, el amor por los animales y la afición por
la poesia. Y, por último, la señorita Manuelita, la tía Manu para
Jujú, fue la que consiguió mayores progresos para él.
Podemos
relacionar, en cierta media, esta obra con Peter
Pan, aunque
debemos decir que rompe con el mito que en ella aparecía. En dos
años, ocurrirán una serie de acontecimientos que harán fraguar la
personalidad de Jujú y le convertirán en un hombre.
Esta novela narra el paso de la fantasía a la realidad.
Aunque puede dividirse en dos bloques: uno de ellos, la vida
cotidiana de Jujú, y el otro, el trabajo con sus tías y la relación
de Jujú con los animales y su mundo repleto de fantasías e
ilusiones.
Un aspecto importante, el cual también deriva de su
título, es hablar del “Ulises”. Jujú, pasa las horas muertas en
el desván. Donde encuentra al señor Fugitivo, el polizón, que Jujú
esconderá y cuidará. Dado esto, podríamos decir que esta obra
también se basa en la relación de amistad que nace entre el
polizón y Jujú. Aunque el polizón intentará huir, lo importante,
es que vuelve para salvar a Jujú.
En definitiva, en este libro se muestra la evolución
del joven Jujú. Todo se nos cuenta a través del niño, la narradora
no aparece para escribir discursos morales, sino que nos ofrece la
información necesaria para seguir las andanzas de los personajes
principales. Jujú, que acaba haciéndose mayor y dándose cuenta que
la realidad es diferente a los sueños. El polizón, que se siente
generoso por primera vez en su vida. Y las hermanas que aprenden a
quererse y comprenderse mejor a pesar de las diferencias iniciales.
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